Las claves en la evolución de una carrera profesional son muy
diversas. Algunas dependen de uno mismo (nuestras capacidades, aptitudes y
actitudes), otras dependen del entorno, (área funcional, sector, tipología de
la empresa, tipo de jefatura) y también influye “la suerte”, que podemos
definir como la capacidad de “saber estar en el lugar apropiado en el momento
adecuado”.
Un currículo centrado en un objetivo profesional concreto transmite
una mayor claridad sobre nuestro perfil.
Al definir un objetivo profesional coherente con el conjunto
de aptitudes, actitudes, experiencia personal y teniendo en cuenta la realidad
del mercado en la función o sector en el que se está desarrollando la
trayectoria, nuestros interlocutores dispondrán de una imagen más clara de
nosotros y será mucho más fácil “vender” nuestro perfil en el mercado.
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