La falta de
experiencia es, en esencia, una desventaja en el mercado laboral. Pero por qué
lo es. Un reclutador claramente preferirá contratar a alguien con experiencia
puesto que considera que con experiencia previa, algún otro empleador les ha
entrenado y consecuentemente su curva de inducción será menor.
Los profesionales
sin experiencia, sin embargo, cuentan con una serie de ventajas. La primera es
que están libre de vicios y malos hábitos y por tanto la empresa puede
moldearlos a su cultura organizacional y a su estilo de hacer negocios. Por
otra parte, la compensación que tendrá el empleador que pagarles es
significativamente menor que la equivalente de una contraparte con experiencia
previa.
Igualmente, los
jovenes vienen a la mesa con ideas novedosas y creativas y entienden un mercado
de alto potencial, que es el de los jovenes. Consumidores con alto potencial.
Son los jovenes los que mejor entienden este mercado; las tendencias, los
gustos y preferencias, así como los patrones de consumo.
Tu reto está, sin
embargo, en convencer al reclutador de que cuentas con las herramientas
necesarias para desempeñar el puesto; para incorporarte rápidamente al puesto y
contribuir resultados en el corto plazo. Ya que una desventaja que presentan
los jovenes profesionales es finalmente la aparente inestabilidad que
representan. Las empresas temen invertir en capacitación y desarrollo en los
mismos, sólo para ver que algunos meses después, estos jovenes profesionales
han migrado a otra empresa.
Sugiere a través de
ejemplos del pasado que eres una persona estable y que lo que inicias lo
terminas. Tareas inconclusas que descubra tu reclutador pudieran disuadirlo a
contratarte. Por otra parte, hay habilidades clave que todo empleador potencial
busca en todo profesional, aún en los jovenes novatos. Entre ellas las
facultades de planeación, organización, dirección, disciplina y la habilidad
para resolver problemas.
La experiencia
profesional previa es una clara evidencia de que has desarrollado estas
habilidades. Pero en ausencia de la misma se puede capitalizar en el proceso de
ventas la experiencia relacionada o práctica. Aquella que has adquirido a
través del servicio social, actividades extracurriculares o con experiencia
relacionada en negocios de familiares o proyectos independientes que hayas
realizado como emprendedor.
Identifica tus
habilidades y enlístalas. Busca a su vez instancias en donde aplicaste las
habilidades en un contexto práctico. Igualmente, integra algunos logros
históricos que has tenido, aún cuando no los consideres relevantes. El
reclutador, finalmente, no espera que a tu joven edad profesional, hayas
cambiado el mundo. Busca cuantificar algunos de los beneficios obtenidos, al
igual que estipula el tiempo que te tomó realizar este logro.
A pesar de todo lo
anterior, es importante tomar en cuenta que tú vales para un reclutador más en
función de tu potencial futuro que con base en tu pasado, puesto la falta de
experiencia profesional formal. En este caso la recomendación es identificar
algunas empresas para las cuales te gustaría trabajar. Documéntate sobre las
mismas, conócelas más a fondo. Investiga cuáles son los productos o servicios
que ofrece, en qué etapa de su desarrollo se encuentra, cuáles son las
características representativas de su cultura organizacional, de su estilo
gerencial, de su forma de hacer negocio; identifica algunos logros recientes,
al igual que sus planes a futuro. Con esta información en mano, date a la tarea
de pensar en algunas ideas, proyectos o sugerencias que tú puedes traer a la
mesa. Finalmente, quizá tú consumas los productos o servicios de esta empresa y
como tal has seguramente, en el pasado, pensado en ideas que pudieran mejor la
calidad del producto o el servicio que ofrecen.
A manera de ejemplo,
supongamos que te gustaría trabajar para una cadena de restaurantes en el área
de operaciones. Toma una libreta y visita cinco sucursales del mismo. Ordena y
observa cómo te atienden, reclama y evalúa la actitud del mesero, pide la
cuenta y mide cuánto tiempo se tardan, visita el baño y determina las
condiciones de limpieza. Es de aquí de donde puedes sacar ideas interesantes
para esta empresa. Ideas que mejorarían su calidad y como consecuencia serán
conducentes a generar más negocio y por tanto a generarle valor a la
organización en cuestión.
En conclusión, la
clave radica en convencer al empleador potencial de que a pesar de no haber
trabajado anteriormente para una organización, cuentas y has desarrollado las
habilidades claves para poder contribuir a los resultados y objetivos de la
empresa en el corto plazo y que tienes ideas interesantes para aportar valor a
la misma.
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