Llegan a improvisar, lo cual provoca que tropiecen ante las preguntas convencionales. A pesar de continuamente tropezar una y otra vez, fallan en prepararse adecuadamente para las entrevistas subsecuentes.
Existen varios tipos
de entrevista. Sin embargo, la mayoría de los profesionales aplican el mismo
estilo de entrevista, de por sí malo y poco efectivo, a cada una de éstas. Cada
estilo tiene un objetivo distinto y cada comprador es diferente.
Si deseas tener
éxito en el proceso de entrevistas, es clave que aprendás la dinámica de cada
uno y estructures una estrategia adecuada para cada tipo. A continuación
describo dos de las cinco principales tipos de entrevista y hago
recomendaciones sobre cómo manejarte en cada una:
2.La entrevista de
filtro: Estas entrevistas son conducidas generalmente por el departamento de
recursos humanos; en un principio por el personal de reclutamiento y selección.
El primer propósito principal de esta entrevista es determinar si tu perfil es
congrunte con la cultura organizacional. Dicen que Diós los hace y ellos se
juntan. Esta misma filosofía aplica igualmente a las empresas. Ellos buscan
contratar a gente lo más parecido a ellos. Esto para preservar la cultura; una
que ha sido desarrollada a través de muchos años. No desean contratar a
personas que vengan a corromper el clima organizacional. Es por ello que muchas
veces el personal de reclutamiento comenta: “…eres muy bueno, pero no para
ABC…” entiéndase ABC la empresa reclutante.
El segundo propósito
es validar la veracidad de tus datos. Muchos profesionales inflan o maquillan
la currícula para mostrarse más interesantes. Sin embargo, con una par de
preguntas estratégicas, muchos reclutadores son capaces de determinar si un
currículum vitae contiene información falsa sobre la trayectoria profesional.
Procede con mucha cautela si piensas inflar tu información. No recomiendo, en
lo absoluto, hacerlo, pero si lo has de hacer, prepárate para dar un sustento
creíble a la información que incluyes. El principal objetivo del reclutador es
descalificarte lo más rápido posible para reducir un gran número de aspirantes
a un grupo manejable de candidatos. El primer tropiezo o titubeo te dejará
fuera del proceso.
Centra la entrevista
en responder a las respuestas, indicando tus principales habilidades y
fortalezas humanas, tus competencias gerenciales y un historial breve de tu
trayectoria profesional.
3. La entrevista de
panel o en grupo: En estas entrevistas un grupo pequeño de personas se reunen
para entrevistarte en simultáneo. Generalmente, lo comprenden un grupo de tres
a cuatro personas. El problema que existe en este tipo de entrevistas es que
muchas veces desconocemos quién es quién entre los miembros del panel. El grupo
se integra intencionalmente de esta manera para evaluar la importancia y el
tiempo que le dedicas a cada persona. No pases por alto personas que
aparentemente se ven como de menor jerarquía sólo con base en la edad o el
estilo de hacer preguntas de éste. Pudieras estar frente al director general y
no saberlo. Comúnmente el grupo lo integran un representante de recursos
humanos, un gerente de área y un director. Aunque puede variar de acuerdo al
estilo de entrevistar de cada organización.
Dale oportunidad a
cada miembro de hacerte preguntas y dirige a estos con la mirada. Al escuchar
la pregunta y durante la primera parte de tu respuesta dirígete a la persona
que está preguntando. Conforme elaboras en la respuesta comienza a compartir tu
contacto visual con el resto del grupo.
En la medida en que
puedas, trata de identificar el papel que juega cada persona. Por lo general
uno de ellos evalúa tu aspecto humano, otro tu perfil técnico y finalmente una
o más de las personas, tu potencial para agregar valor a la organización.
4. La entrevista de
selección: En esta entrevista sí debes de explayarte en todos los aspectos
técnicos de tu perfil, hacer un mayor énfasis en tus logros; aquellos más
relevantes al puesto en cuestión, enfocarte a incluir en tus respuestas la
forma en que puedes agregar valor a la organización y elaborar en tu
experiencia o en su defecto en tu potencial gerencial. Por su parte, es clave
indicar que eres un profesional desarrollable, para lo cual hablarías de tus
promociones y crecimiento histórico, lo que indica que eres una persona
aspiracional.
Se recomienda a su
vez ser breve en tus respuestas. El entrevistador seguramente tendrá muchas
preguntas y múltiples puntos que querrá evaluar de tu perfil. Alargarte en tus
respuestas sólo te perjudicará porque se terminará el tiempo y entrevistador no
habrá tenido la oportunidad de evaluar todos los puntos que requiere para tomar
una decisión de contratación.
5. La entrevista de
"stress": Este tipo de entrevista es muy difícil para el aspirante.
En la misma el entrevistador introduce elementos de stress de una manera muy
sutil para que el candidato no los detecte, bajo los cuales busca evaluar el
comportamiento del entrevistado en situaciones de presión. Reconoce que estas
preguntas son intencionales. Evita a toda costa mostrarte defensivo. Las
palabras están orientadoas precisamente a descontrolarte. Las preguntas son
duras y directas. Por supuesto difíciles de responder.
No te precipites a
responder inmediatamente a éstas. Tómate tu tiempo. El silencio claramente te
incomodará, pero es mejor recapacitar la pregunta que precipitarte y
comprometerte con respuestas improvisadas. Algunas de estas preguntas incluyen:
"Esuché que te han despido dos veces, eres una persona muy conflictiva,
¿Verdad?", "Que fea está tu corbata, estarás de acuerdo que tienes
muy mal gusto para vestir", "Se nota que estás desperado por
conseguir trabajo porque la camisa que traes está para tirarla". Todas
ellas están encaminadas a descontrolarte. En tanto reconozas que son preguntas
intencionales para evaluar tu reacción, evitarás perder la cordura y el estilo.
Sin embargo, si una
pregunta es muy personal y fuera totalmente del contexto de la entrevista,
puedes reservarte el derecho de responder, cuestionar al reclutador que
relevancia tiene esa pregunta para el puesto o simplemente dar tú por terminada
la entrevista, ante una clara falta de respeto.
Por su parte, evalúa
y piensa dos veces si deseas trabajar para una persona que ejerce esa falta de
respeto. Tú estás a su vez en una posición de evaluar el puesto y tu jefe
potencial. Si aceptas una falta de respeto en una entrevista, sólo para recibir
la oferta, te arrepentirás en el corto plazo, te darás cuenta que no puedas
trabajar con una persona así y estarás muy pronto nuevamente en el mercado
laboral.
Dale la vuelta a la
pregunta con astucia y salte rápidamente de esa esquina que te tiene
acorralado. No le eches más leña al fuego. Guarda la cordura, en la mayoría de
los casos son preguntas que han sido cuidadosamente estructuradas y no son
personales. Están orientadas a evaluar tu comportamiento y reacción en
situaciones difíciles.
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