La formación de un
gerente de perfil, comienza en casa, con su familia, que es el contexto donde
las personas reciben la información esencial para su desempeño efectivo, donde
aprenden a valorar y respetar a las personas, a comunicarse asertivamente con
otros, a resolver problemas, a tomar y asumir compromisos, a manejar riesgos, a
ser flexibles para enfrentar los cambios, a resolver problemas, a ser flexible
para poner límites y respetar los límites de los otros, a trabajar con
creatividad, a tomar decisiones efectivas, a desempeñarse con disciplina y
responsabilidad, a orientarse al crecimiento, a desarrollar la conciencia de
las propias necesidades y las de los demás.
La familia es, por
excelencia, el centro de capacitación de los gerentes efectivos, por ello es necesario
revaluar su rol protagónico y su
potencial de influencia sobre los aspectos más decisivos en la vida de los
gerentes.
El nivel de
influencia de las instituciones o grupos sociales, no superan la experiencia de
ser familia, que única, irremplazable, definitoria, permanente, decisiva e
influyente en la vida y formación de los gerentes,
Escuela de excelencia para formación de gerentes.
La Familia.
Parte 2. La personalidad del gerente
efectivo
La personalidad del
individuo es modelada mayormente en el contexto de la familia.
“Los gerentes que
provienen de una familia funcional y sana, se muestran más efectivos en tomar
riesgos, en solucionar problemas, en comunicarse, y son los que están más
atentos a tomar en cuenta las necesidades propias y las de los otros y serán
efectivos en la solución de los problemas”.
Un gerente efectivo,
se evidencia por:
-
Las competencias
para tomar decisiones acertadas
-
Moverse con
flexibilidad a los cambios del entorno
-
Relacionarse
afectivamente con otros
-
Asumir riesgos y
manejar la incertidumbre
-
Empatizar y
respetar a los demás
-
Resolver
problemas
-
Negociar, etc.,
El triangulo
familiar (padre-madre-hermanos) es la mejor oportunidad que tiene el individuo
para lograr un crecimiento sano y funcional; representa por excelencia la
escuela que modela el estilo para ser gerentes de nosotros mismos y a las
organizaciones que lideramos.
“La familia es
estructura, contenido y proceso, vida e historia de cada quien”.
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La Familia.
Parte 3. El proceso de formación de
competencias.
El proceso de
formación de las competencias básicas del gerente para la vida laboral, social
y organizacional, se forja, pues, a través de la vida de familia, y se puede
comparar al proceso de edificación de una casa:
La familia pone los
cimientos: valores, acceso a la conciencia de sí mismo (necesidades) y de otros,
orientación sana y funcional. Maestros y familia extendida: sobreedifican en
los cimientos, construyendo paredes, puertas y ventanas que no experimentaran
cambios radicales a lo largo de la vida. Medios de comunicación y otras
instancias de la sociedad: participan en la sobre edificación de los cimientos.
Las partes de la casa visibles: Son las conductas y actitudes visibles. Pueden
experimentar muchos cambios, como cuando se le añade a la casa una habitación o
se pinta, pero los cimientos aún siguen intactos.
La efectividad de un
gerente profesional es producto del aprendizaje en situaciones de cotidianidad
de la vida familiar, a través de modelajes y enseñanzas de padres y vida
relacional con hermanos. Algunos de los aprendizajes, experimentados en familia
e instalados desde la infancia son los siguientes:
-
Mapas: Valores y
normas de vida que orientan la acción de los futuros gerentes
-
Cosmovisión y contexto
cultural: El primero es el marco conceptual y cultural de referencia, que da
lugar a su filosofía de vida. El segundo sirve de guía para los futuros
emprendimientos.
-
Infraestructura:
El aprecio expresado, la valoración prodigada, el respeto manifestado, el
cuidado provisto, el ejemplo modelado y la identidad forjada como parte de una
familia, son parte de la cultura entre padres e hijos para formar a los
gerentes efectivos.
-
Competencias
esenciales de efectividad: relacionales, perceptivas, cognitivas, emocionales,
conductuales y organizacionales que los hacen exitosos.
-
Ambiente natural:
Capacitación para su desempeño en los futuros emprendimientos y roles que
llevarán a cabo dentro de las organizaciones.
-
El estilo de
formación: El padre y la madre coadyuva a que los valores se interioricen como
mapas que sirven de referencia para la satisfacción de necesidades y
comportamientos de efectividad. Permiten que el contacto con el otro sea
percibido como una oportunidad para el crecimiento, la satisfacción de
necesidades, la contribución y el logro.
-
Trabajo en
equipo: Se cumplen en equipo tareas domesticas.
-
Administración:
Manejo del dinero en la economía del hogar
-
Solución de
conflictos: Resolver conflictos eficazmente en medio de desacuerdos con otros
miembros de la familia.
-
Negociación:
Entre padres y hermanos se negocian recompensas y privilegios.
-
Priorización:
Priorizar objetivos personales y organizacionales en función de la
disponibilidad de recursos (tiempo, información, dinero, etc.)
-
Retos: Vencer
retos y desafíos aun en medio de circunstancias familiares adversas
-
Limites: Respetar
los límites y espacios de padres y hermanos y reconocer los suyos propios
-
Compromiso:
Comprometer un esfuerzo para alcanzar las metas de una familia con la cual se
identifica y se siente parte.
-
Comunicación:
Comunicar necesidades propias o a reconocer necesidades de otros miembros de la
familia.
-
Aprendizaje.
Comportamientos de efectividad y eficiencia.
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Parte 4. La vida e historia modela la
personalidad de los Gerentes.
Ahora sabemos que la
sanidad/funcionalidad o la insanidad/disfuncionalidad, el desempeño
productivo/efectivo o no, tienen que ver con lo vivido y aprendido en el
laboratorio familiar, que representa el ambiente-espacio-tiempo, donde los
gerentes son modelados, habilitados y canalizados para crecer y expresar todo
su potencial.
En el núcleo
familiar aprendemos las definiciones personales, la forma de contactarnos con
otros, el manejo de las diferencias, las actitudes y comportamientos de efectividad
y los mapas de éxito; se sienta las bases fundamentales para el desempeño
futuro de las personas.
La familia brinda la
plataforma donde se montan los conocimientos y aprendizajes que proporciona la
educación académica. Si los cimientos (los aprendizajes en familia) son
débiles, toda la estructura sobreedificada es débil, carente de estabilidad,
enfoque y efectividad.
La educación formal
del colegio aporta los elementos técnicos para la vida laboral y productiva en
las organizaciones, pero ningún otro centro educativo pueden sustituir la
riqueza, potencialidad y versatilidad que proporciona la vida en familia.
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Parte 5. La ausencia de un triángulo familiar
sano y funcional
Negarle a un ser
humano la vida en familia viola las leyes naturales propias del desarrollo del
ser humano, es arrebatarle el derecho legitimo a iniciar su vida de crecimiento
“con el pie derecho”, con la mejor opción disponible.
Quien no tiene estas
raíces, carece de un elemento importante no sólo dentro de sí mismo, sino para
los demás”. La experiencia de ser familia o la vivencia del abandono
representan un hándicap a favor o en contra, difícil de soslayar, en la carrera
hacia el éxito, la productividad y la efectividad personal y organizacional del
futuro gerente.
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Parte 6. Los cimientos negativos por la
experiencia del abandono.
Vivir el abandono en
la infancia, establece los siguientes cimientos
negativos en el gerente:
-
El estilo de
deformación de los padres
-
Mapas de
introyección que desintegran y escinden la personalidad
-
Autoformación y
autoimagen distorcionada o difusa.
-
Anti valores
-
Negación de las
propias necesidades y de los otros
-
Orientación
neurótica
-
Percepción de que
el contacto con el otro es una amenaza.
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La Familia.
Parte 7. Abandono o rechazo familiar como
contexto causal del mal gerente.
Vivir el abandono o el rechazo familiar es el contexto donde los futuros gerentes son
desempoderados, deshabilitados y deformados. En su vida profesional, estos
gerentes alinean sus acciones de diversas formas que proyectan su vida interior
su infancia:
-
Gerentes represivos, maltratadores y con abusos de
poder. Experimentar el abandono, el
rechazo o el maltrato en el hogar se manifiesta en gerentes inseguros,
prepotentes, controladores, conflictivos, autocráticos a ultranza, con un “YO”
inseguro y débil, que se proyecta en manipulación, uso coercitivo del poder e
injusticia.
-
Gerentes desempoderados. Incapacidad para ejercer el poder por causa de su
debilidad y falta de determinación.
-
-
Gerentes deshabilitados. Las carencias de contacto, enseñanza y modelaje en
el hogar, se instalarán como debilidades e incompetencias.
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La Familia.
Parte 8. El hogar como semillero de buenos o
malos gerentes.
Cuando en el hogar
los padres actúan amorosamente, producen gerentes que aprecian; padres cercanos
forman hijos autónomos y con arraigo; padres presentes, dan lugar a gerentes
centrados.
Hogares sin la
adecuada estructura familiar, bien sea por el rompimiento de los triángulos
familiares, o por la ausencia (falta de presencia) de los padres, el resultado
es:
-
Hogares que no fomentan la pertenencia, sin unión, con la sensación de no pertenecer a su
familia brindan Gerentes desarraigados
con la sensación de no pertenecer a la organización para la cual trabajan; sin
el poder y la energía para conseguir los resultados propuestos, porque carecen
de la autoestima que los impulse con efectividad hacia logros y realizaciones.
-
Hogares descalificadores producirán Gerentes
inseguros en la toma de decisiones.
-
Hogares con comunicación indirecta o escasa, darán lugar a gerentes aislados, de poco contacto y desconectados.
-
Hogares con normas rígidas y coercitivas, generarán Gerentes
autócratas.
-
Hogares sobreprotectores concebirán Gerentes
paternalistas.
-
Hogares con abandono, llenarán las organizaciones de Gerentes
controladores.
-
Hogares con padres ausentes físicamente o que hicieron vida nominal, sin genuino
contacto y vínculos, dan lugar a Gerentes
descontextualizados/ desubicados, que son inseguros, desvalorizados, sin una identidad clara y sin la
habilidad para ubicarse contextualmente.
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Parte 9. Inconscientes de sus propios
procesos personales, los malos gerentes son ineficientes y perjudiciales.
Según Manuel
Barroso: “La gerencia que no comienza por el mundo interior del gerente, la
gerencia de no contacto consigo mismo, inconsciente de sus necesidades y
sentimientos, termina siendo no sólo inefectiva sino perjudicial”.
El gerente negocia,
toma decisiones, administra recursos (humanos, financieros, etc.), gestiona
procesos desde su fortaleza o pobreza interior, desde la claridad o ignorancia de sus procesos personales, pero no
basta con conocer los procedimientos, métodos e información técnica para ser un
gerente efectivo, además se requiere de:
-
La calidad de su
interioridad
-
La calidad de
aprendizaje que está muy influida por el contexto familiar de origen.
-
La calidad de la
vida interior, y
-
La conciencia de
las propias necesidades
Sin hacer un
verdadero trabajo de autoconsciencia y un compromiso propio con el desarrollo
personal y profesional, es muy difícil eliminar las deficiencias, ya que todo
lo anterior difícilmente se puede aprender en la universidad, o realizando un
curso de gerencia, auto ayuda, o de crecimiento personal.
Aún así, ninguna
academia puede proveer el arraigo, la identidad, la vida de contactos y
vínculos que la familia ha negado; nadie puede enseñar o transferir su vida
interior. Solo se aprende en el
triangulo familiar, en la vida de contactos y experiencias en familia.
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