Es evidente que hoy, el periodo de adaptación que
tradicionalmente se concedía a un profesional cuando se incorporaba a un nuevo
puesto, se ha ido reduciendo paulatinamente como consecuencia de la presión en
que se ve inmersa la gestión empresarial. La situación por tanto es mucho más
común de lo que parece.
En este momento las organizaciones exigen a sus
directivos recién incorporados resultados
inmediatos. Por ello triunfar y estar a la altura de las expectativas
generadas en el proceso de selección exige de los profesionales un alto grado
de capacidad y concentración. También de saber manejarse en entornos que muchas
veces pueden resultar complejos.
Te voy a proponer una serie de consejos prácticos,
que aunque no te asegurarán la
permanencia en el puesto, te ayudarán a consolidarse y superar la primera fase
y la de mayor riesgo de la relación que acabas de iniciar.
Se
consciente de que un fracaso sería muy grave, a corto plazo, y una rémora para
el desarrollo de su carrera profesional.
Intenta
conocer con detalle las tareas y prioridades que debe llevar a cabo y el
calendario de que dispone para asumirlos.
Presta
su prioridad a los problemas que su organización considera deben resolverse de
forma inmediata. Haz tuya la cultura empresarial de tu nueva compañía.
Intenta
olvidar tus opiniones en este momento. Más tarde ya tendrás la posibilidad de
hacer oír su opinión.
Procura
adaptarte a la forma de trabajar de tu superior.
Dedica
tiempo a conocer a tus subordinados. Detecta si alguien de tu entorno había optado a tu puesto.
Se
consciente de que serás observado por muchas personas.
Intenta
conocer las opiniones de sus colegas. Busca su orientación y consejo. En éste
momento no es un signo de debilidad.
Y suerte.
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